martes, 22 de diciembre de 2009

Me dejó una chiva, una burra negra…. y una buena suegra

Se va el 2009 y sin duda no será un año fácil de olvidar, por supuesto si es que no lo supera en calamidades el que le sucede; cosa que muchos pronostican, a pesar de las muchas campañas televisivas en las que el Gobierno Federal se empeña en hacer creer a la opinión pública que en el país ya todo marcha de maravilla, más pacífico y tranquilo que Disney World, según ellos.

Y es que si miramos hacia atrás un poquito, sin el afán de inyectarle a usted, estimado lector, un ánimo pesimista, podemos ver lo que este “bonito” año nos ha dejado en materia social, política y económica; como dijera un sabio maestro y camarada: “puras pérdidas y ninguna perdida”.

Desempleo, la continuación de un añejo proyecto de desfalco a los bienes nacionales con el disfrazado nombre de “reforma energética”, paranoia y miedo en su modalidad de influenza a h1n1 (seguimos sin saber si fue Obama el que infectó a Calderón y éste a su vez a los puercos), la aferrada intromisión del sector empresarial en la política, la cada vez más creciente ola de delincuencia y violencia, la moralinísima penalización del aborto en algunos estados, con su consecuente propuesta para llevarlo al Congreso Federal, el cierre de Luz y Fuerza del Centro, la muy democrática reforma fiscal, el regaño de Fernández Noroña a los diputados, sin olvidar otros acontecimientos, quizá menos importantes pero no menos grotescos y ofensivos, como el lanzamiento al estrellato televisivo de “Chucho” Ortega .

En materia local no podemos dejar de mencionar el espectacular cierre de año que nos han ofrecido con su voracidad los elementos de tránsito en estas fechas, que al parecer no cobraron aguinaldo y andan extorsionando hasta el que no la debe; la brillantísima idea de cambiar el curso de los carriles de las avenidas 20 de noviembre y Américas. En fin, puras cosas dignas de recordarse.

Lo que a todas luces arroja nuestra mirada retrospectiva es que a la clase política el pueblo le interesa poco y esto cada vez es más patente; sin duda, los acontecimientos ocurridos, sobre todo en este año, lo corroboran.

No obstante, sin el afán de invitarlo a ser indiferente y convertirse en un consumado individualista, como tantos hay que sangran y explotan el patrimonio comunal, le deseamos que haya disfrutado en su diario y cotidiano acontecer y que lo siga haciendo en el año venidero.

Como dice la canción: “el mundo es para siempre joven y el tiempo va”, aunque si vamos a hablar de canciones y de fin de año, espero que usted, al igual que yo, podamos entonar con mucho sentimiento esa que dice: “Ay yo no olvido al año viejo…” aunque sólo sea por eso de la chiva y la suegra, en fin, cosas muy bonitas. Felices fiestas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

eres de veracruz?? eres el andres k creo?? estudiabas medicina,eres tu responde .........

Anónimo dijo...

respondeme a o_siris_001@hotmail.com
siempre me he preguntado k seria de ti