domingo, 28 de junio de 2009

Golpes de Estado

Un golpe de Estado consiste en la toma del poder político por parte de un grupo determinado, vulnerando la legitimidad institucional de un gobierno. Los autores del golpe suelen ser miembros de las fuerzas armadas o elementos internos del propio gobierno, en desacuerdo con determinadas políticas del Ejecutivo en turno.

Los acontecimientos que han vendo ocurriendo en Honduras desde el miércoles pasado pueden ser perfectamente catalogados como un intento de golpe de Estado, sin embargo es curioso que dicho término desaparezca de los encabezados de la prensa internacional en referencia a la situación: “El Ejército hondureño se moviliza tras la destitución del jefe del Estado Mayor”, señala El País; “Congreso frena la reelección”, según la BBC; “Presidente de Honduras se enfrenta al gobierno por referéndum”, dice CNN, “Presidente hondureño descalifica a su Congreso”, El Universal. Todos ellos mencionan que dicho país se encuentra en medio de una “crisis política”, nada más. Si el país en cuestión fuese México o Colombia, por ejemplo, seguramente las acusaciones de golpe de Estado no se harían esperar.

El presidente hondureño Manuel Zelaya, tomó posesión en el 2006 y ha tomado distancia, desde entonces, de los grupos de poder tradicionales, y se ha acercado cada vez más a los gobiernos de izquierda de América del Sur: en octubre de 2008 Honduras se integra a la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA), un mecanismo de integración regional, cuyos principales impulsores son Cuba y Venezuela.

Los dos partidos tradicionales y mayoritarios en el país, el Liberal y el Nacional, son ahora prácticamente el mismo unidos en contra del presidente.

El 29 de noviembre de este año se realizarán elecciones para elegir presidente, diputados y alcaldes. Zelaya ha convocado un referéndum nacional para el día de hoy, en el que se le preguntará a la población si está de acuerdo o no en instalar una cuarta urna en dichas elecciones, en las que a su vez se consultaría a los hondureños si se quiere establecer una Asamblea Nacional Constituyente que redacte una nueva Constitución.

El ejército, un grupo tradicionalmente a favor de defender los intereses del empresariado y de los políticos tradicionales en Honduras, se negó a realizar la consulta, por lo que el jefe del Estado Mayor fue destituido. El miércoles 24 la capital hondureña amaneció con soldados en las calles, supuestamente apoyando al general destituido, mientras que el Congreso y el Tribunal Electoral se enfrentaban también al presidente.

Uno de los puntos a reformar de la Constitución es, en efecto, la reelección de los puestos públicos, incluido el de Presidente. Mas no es el único aunque así lo hacen ver los titulares internacionales. Y es curioso como una situación parecida provoca reacciones tan diferentes: los presidentes de Venezuela, Bolivia y Honduras, entre otros son dictadores tratando de perpetuarse en el poder; Uribe en Colombia realizó las mismas reformas, pero por alguna razón en ese caso particular son bien vistas. En todos los casos las modificaciones a la Constitución han ocurrido democráticamente, con consultas populares que legitiman la reforma.

Hasta este momento nada más ha ocurrido, el Congreso busca inhabilitar a Zelaya y el presidente asegura que la consulta se llevará a cabo con el apoyo de sus simpatizantes. Si el presidente hondureño ha propuesta dicho referéndum es por que sabe que cuenta con una mayoría de la población a su favor: veremos si a lo largo de este domingo los poderes tradicionales hondureños, tanto políticos como económicos, son capaces de arrebatarle al pueblo hondureño la oportunidad de manifestar su preferencia democráticamente.

sábado, 27 de junio de 2009

Flores y Difuntos

El subdesarrollo no es una etapa del desarrollo. Es su consecuencia.
- Eduardo Galeano

Torcida es la percepción que tradicionalmente nos inculcan. La historia de los libros de texto deforma la realidad pasada y presente e inculpa a los pueblos pobres de su penosa condición. No reconoce nunca el sesgo virulento del “desarrollo”, la condición asimétrica de sus procesos. La historiografía ordinaria oculta intencionadamente este revelador hecho.

Limitar los estudios históricos a la circunscripción de los Estados Nacionales ha sido el más exitoso de los recursos para entorpecer la cognición objetiva de los procesos sociales. Si África, Asia y América Latina (y, por supuesto, los respectivos países que los conforman) permanecen estancados en la miseria es porque su contrapartida, Europa Occidental, Norte América y sus estados subsidiarios como el Japón, gozan de una prosperidad holgada. Estas desproporciones se reproducen lo mismo a menor escala, es decir, al interior de las sociedades nacionales, abriendo una brecha indisoluble entre los estratos beneficiarios y los sectores desposeídos. En una palabra, la opulencia y la pobreza, el desarrollo y el subdesarrollo, son dos caras de una misma moneda, dos fenómenos intrínsecamente asociados.

El hecho es que tenemos la falaz creencia de que tarde que temprano el subdesarrollo se superará inevitablemente. En países como el nuestro, se abriga la apócrifa esperanza de que aplicando las técnicas desarrollistas “sugeridas” por los apóstoles del progreso se abatirá algún día la penuria. No reparamos que, en el actual sistema social, el desarrollo de los unos presupone el subdesarrollo de los otros.

Los países del “Tercer mundo” auspician, nutren, sustentan, las economías de las potencias. No es casual que los países del mal llamado “Primer mundo” dictaminen las fórmulas que los empobrecidos países habrán de adoptar en el combate al rezago. Sobran casos para ilustrar cómo dichas recetas no hacen otra cosa que desangrar todavía más a los pueblos y estratos pobres. Al pauperizar regiones enteras, ya sea mediante la imposición de políticas macroeconómicas viciadas, o mediante el patrocinio de guerras intestinas devastadoras, los países ricos se enriquecen aún mas, pues el desequilibrio crónico de las regiones afectadas crea las condiciones propicias para la explotación y extracción a gran escala de los recursos de un país.

Existen ejemplos varios de estos saqueos sistemáticos por razón de conflictos políticos y crisis económicas inducidos: los efectos tango (Argentina), tequila (México), arroz (Asia), arena (Turquía), vodka (Rusia), samba (Brasil); así como las guerras promovidas y apoyadas por Estados Unidos y Europa en China, Corea, Laos, Sudáfrica, Ruanda, Congo, Irán e Irak; y las intervenciones militares en Centro y Sudamérica.

Es precisamente en este mar de inseguridad, violencia y hambruna, que las aguas del desarrollo y el progreso de unos pocos se cristalizan.

Miseria y prosperidad; goce y dolor; concordia y terror. Esta oscilante amalgama de auge y rezago evidencia la naturaleza del “desarrollo” en la economía-mundo imperante: su carácter contradictorio, su doble expresión, su matiz claroscuro.

“Flores y difuntos”, reza la canción de un notable cantautor cubano en relación con las disparidades que engendra el aclamado “desarrollo”.

La historia tradicional renuncia a todo intento por aclarar estos desajustes. Quienes los padecen, nunca lo olvidan.

viernes, 26 de junio de 2009

El éxito

Quizá la clave de todo está en el éxito: la vida se labra con las derrotas y éstas le dan todo sentido al éxito: son su contraparte, su soporte. Con ellas se aprende más porque se recuerdan mejor y entonces vivimos derrotados.

Con el éxito nos regalan un cien por ciento de descuento para comprar toda la enajenación del mundo y así ya no tener nunca que preocuparnos por absolutamente nada.

Porque en el camino no se deja nada, nos recuerda Maquiavelo: todo se trata del fin último.

Y como es hasta un verdadero infierno filosófico llegar al fin último, lo único que le podemos robar al éxito es la maravillosa dicha de no preocuparnos de nada, absolutamente por nadie como unos individuos ajenos, solos, locos.

No sé por qué con claridad, pero me parece que el ejemplo más evidente de la combinación adecuada entre el éxito y la enajenación son los políticos, que sólo hablan con la gente cuando la temporada de caza electoral lo demanda. El resto del año, apretadas y veloces agendas los ocupan para resguardar los más altos y supremos intereses nacionales: los de ellos de mismos.

Mientras tanto, los demás no existimos. Unos porque se jactan de vivir cobijados por la sombra del poder (qué exquisita vida la de un banquero) y entonces nadie sabe que existen y los demás desaparecemos de la agenda nacional, disminuidos por la estruendosa presencia de nuestras celebridades, fundamento de nuestra vida democrática y moderna, y que acaparan la mayor parte del tiempo triple a.

Por eso dormiremos tristes mientras dure el sepelio mediático de Michael Jackson y sin tener siquiera la posibilidad de saber cuánto dinero en realidad se invirtió hoy, nada más hoy, en las campañas que en todo el país están organizando entre el uno y el dos por ciento de la población y en las que se espera que participen menos de cuarenta millones de mexicanos mayores de edad y con credencial para votar.

El éxito es la gasolina que alimenta la imaginación emprendedora. La misma que está entre los políticos que entre los industriales; que tiene entre sus triunfos más conocidos haberse devorado el mundo de una sola mordida y lograr, casi sin dar un solo parpadeo, que Xalapa se convirtiera en una ciudad paradisíaca, llena de sol todo el día y sin una sola nube imprevisible.

La fórmula para lograr el éxito es sumamente sencilla: carretadas de enajenación mediática mezcladas con una gran cantidad de exaltación del vacío (se recomienda utilizar el vacío de ideas) y como cereza, el completo control de los mecanismos de poder: los medios de producción, los de comunicación y el estado.

jueves, 25 de junio de 2009

Los Nadie

Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadie con salir de pobres, que algún mágico día llueva de pronto la buena suerte, que llueva a cántaros la buena suerte;
pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana, ni nunca.
Ni en lloviznita cae del cielo la buena suerte, por mucho que los nadie la llamen,
aunque les pique la mano izquierda, o se levanten con el pie derecho,
o empiecen el año cambiando de escoba.
Los nadie: los hijos de nadie, los dueños de nada.
Los nadie: los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos.
Que no son, aunque sean.
Que no hablan idiomas, sino dialectos.
Que no profesan religiones, sino supersticiones.
Que no hacen arte, sino artesanía.
Que no practican cultura, sino folklore.
Que no son seres humanos, sino recursos humanos.
Que no tienen cara, sino brazos.
Que no tienen nombre, sino número.
Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica roja de la prensa local.
Los nadie, que cuestan menos que la bala que los mata.

Eduardo Galeano

miércoles, 24 de junio de 2009

¿Información?

Un par de artículos en el que se evidencia la manipulación mediática a nivel internacional, uno haciendo referencia a la satanización del Presidente venezolano, Hugo Chávez, y el segundo en relación a las elecciones en Irán.

Chávez y los titulares

Irán y la prensa venenosa

domingo, 21 de junio de 2009

El mito de la democracia

Hace poco miraba desde la azotea de un edificio, que me brindaba una visión panorámica y casi completa de la ciudad. Además de la hermosura de las lomas y pequeños valles que se ven más allá de los linderos urbanos, y de la irregularidad arquitectónica propia de Xalapa, veía por doquier la cara de varios payasos postulados como candidatos para las próximas elecciones.

“Ah si, democracia” pensé. Casualmente por esos días, estudiaba para mi clase de mitos. Recordaba que el mito, que por lo general es un relato, lleva implícitos al ritual y a la fé en costumbres, valores e ideales colectivos, que forjan similitudes y diferencias de esperanza y de temor en una sociedad específica.
Seguía mirando el horizonte (interrumpido de repente por la cara de Cinthya Lobato) y continuaba con repaso mental de mis lecciones escolares: el relato mítico, tiene como elemento fundamental e imprescindible, la presencia de un héroe, un ser humano que todo lo puede y que tiene como misión restaurar o conservar un orden determinado.

La cara de un árabe (o terrorista según dicen) interrumpió de nuevo mis reflexiones, pero no impidió que una sonrisa rónica se dbujara en mi cara. “Ah si, democracia -me dije esta vez en voz baja- un mito más para la colección”. La democracia, viejo mito que nos obliga, desde pequeños en la escuela, a creer en él; y como caídas del cielo, las elecciones: el obsoleto ritual del viejo mito.
¿Cuántos falsos héroes se han empotrado sobre esta mentira tan bien estructurada? La lista es larga: Juarez, con su aureola de libertad y justicia popular, el mismísimo Fox que no tardo en desenmascararse y mostrarse como un estúpido bufón y... bueno, podría seguir hasta llenar las páginas restantes del periódico y aún me faltaría tinta. Basta recorda a los mediocres en turno, que por estos días recorren Veracruz como si fuera una cruzada heróica que nos salvará del narco, de la pobreza, la discriminación, la corrupción y hasta de la influenza.

Pero así como el tiempo se encargó de enterrar a los dioses del olimpo, también la democracia va perdiendo sentido y solidez bajo la herrumbre del fraude y el engaño en la mente de sus ciegos feligreses. Tomemos como ejemplo el “sufragio efectivo”. Se ha perdido la confianza en los supuestos héroes restauradores del orden, y el mito de la democracia y la participación ciudadana es cada día menos confiable.

Como ídolos falsos, los candidatos y en general los partidos políticos, están siendo derrumbados por la indiferencia, y el voto nulo los amenaza con desacreditarlos más de lo que ya se han desacreditado ellos mismos frente a la sociedad.

Es dificil apreciar el horizonte por muy bello que sea, cuando tanta basura estorba. Es dificil creer en mitos de salvación, se pinte del color que se pinte, cuando al rededor y aún más allá del horizonte, se alza una cosmogonía (económica) de dominación.

Cambios

Ayer recordaba el clima con el que Xalapa me recibió la primera vez que vine de visita. Fue hace unos doce años, por estas épocas, creo que durante el mes de mayo, o quizá a princpios de junio. Yo tenía ocho o nueve años, no lo recuerdo bien. Lo que si recuerdo con sorprendente claridad, es el clima y una que otra imágen que no concuerda en lo absoluto con la perspectiva diaria que hoy en día me ofrece la capital de Veracruz.
Mi familia y yo nos habíamos quedado en la casa de una prima que vive en la Pitaya. La casa, tampoco la recuerdo muy bien, pero el camino de Briones para Xalapa sigue muy presente en mi cabeza. Para mis ojos que se habían acostumbrado al plano desierto del bajío, la espesas capas de follaje verde eran un espectáculo casi cinematográfico. Tenía la sensación de que facilmente, un dinosaurio podría salir de entre el ramaje espeso que nos circundaba. Por supuesto, mi imaginación estaba inundada por la entonces reciente película de Jurasic Park.
Otro detalle inusitado para mi, era la persistente lluvia que no había dejado de caer desde el momento en que llegamos; de donde venía, si la lluvia duraba más de un día, significaba una catástrofe parecida al diluvio.
En la ciudad todo era diferente a como es ahora. Aún me veo caminando de la mano de mi madre, tratando de ver entre la niebla; feliz porque no iba tan lento como los pocos coches que andaban en ese momento por el parque Juarez, y que tenían que avanzar a vuelta de rueda para poder ver a través de la espesa capa de neblina.
Cualquiera que, como yo, se pare un momento y recuerde a la ciudad de las flores que existía hace diez años, no podrá negar que las diferencias, sobre todo las climáticas, son alarmantes. Tanto en México como en el resto del mundo, se han generado cambios significativos en el patrón de las lluvias y las altas temperaturas.
El Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC), señala que en su mayoría, el calentamiento global observado durante el siglo XX, se debió al aumento de las concentraciones ed gases de efecto invernadero generadas por el humano: el aumento de vehículos de motor, el cambio de uso de suelo, la tala inmoderada de bosques (recordemos Perote).
Actualmente, se espera que en Latinoamérica, el agua escasee entre un veinte y un treinta por ciento y que de igual manera, desaparezca casi un cuarenta porciento de las especies en riesgo de extinción. En México, como en todo el planeta, se especula que la productividad agrícola disminuirá considerablemente debido al aumento de la temperatura que va desde dos a cuatro centigrados. De seguir así, se prevee que para el 2020, disminuya la superficie cultivable de maíz de temporal.
En fin, los cambios son tangentes e imposibles de ignorar. Esperemos que poco a poco, las personas tomemos conciencia y, sin la estúpida intención de querer salvar el mundo, hagamos lo que esté en nuestras manos para evitar que la situación climática, ya de por si precaria y alarmante, empeore.

sábado, 20 de junio de 2009

Democracia, ¿para qué?

La dominación por medio de los factores económicos se ha convertido en la forma de control por excelencia, más allá de dominaciones políticas, militares o ideológicas. Con base a esta premisa podemos afirmar que para obtener el control sobre determinado territorio, el poder político es condición necesaria mas no suficiente. En un sistema de economía-mundo capitalista, el verdadero poder de control es ejercido por las elites poseedoras de los recursos financieros.

Establecida como forma de gobierno en gran parte de Occidente, y de manera mas reciente extendida gradualmente al resto del mundo, la democracia liberal se presenta a sí misma como el agente de cambio en las estructuras político-sociales, cambio que de darse, ocurre a mínima escala y reproduciendo las mismas condiciones de dominación. Ante la creciente globalización los Estados modernos se han convertido en Estados de competencia, en los que las elecciones democráticas y la renovación de los liderazgos políticos en determinado momento resultan hasta cierto punto irrelevantes ante el control ejercido por el poder económico internacional.

Las propias ideologías no juegan ya el papel de antaño puesto que resulta superficialmente irrelevante si cierto directivo en cuestión provenga ya de la llamada izquierda o de lo que conocemos como derecha, puesto que se ve obligado a sujetarse a los parámetros definidos por las elites que conservan el poder.


Los procesos electorales pueden ser observados entonces como una parte de este complejo mecanismo de control, mediante los cuales los estratos inferiores de las clases sociales canalizan su descontento sin provocar una crisis en el sistema, perpetuando así la reproducción de este.

La renovación de los sujetos en los puestos de elección popular es insuficiente para lograr cambios verdaderos en las relaciones de poder. Generalmente el cambio en los puestos de directivos no genera ni siquiera cambios a corto plazo, sino que reproduce y a la vez consolida las estructuras de dominación, hasta cierto punto quizá inconscientemente. Los procesos electorales tienen así una efectividad limitada en cuanto agentes de cambio, puesto que se encuentran acotados por lineamientos de tipo económico, dentro de los cuales los lideres elegidos se ven obligados a mantenerse.

Cabe preguntarse si es posible dentro del sistema en el que nos encontramos, democrático liberal, que la realización de elecciones y de procesos electorales se convierta en sí en un agente de cambio verdadero, que una elite directiva sea capaz de realizar verdaderos cambios en las estructuras de un sistema político, mas allá de las influencias del capital, nacional o extranjero. Las propias elites intelectuales se encuentran ensimismadas en el discurso liberal, y la especialización de los estudios solo favorece a que los estudios sobre participación, partidos políticos y procedimientos electorales, entre otros, sean tan numerosos y tan poco significativos.

Las respuestas de la ciudadanía indican indiferencia o bien, desconfianza ante la democracia: el abstencionismo cobra cada vez más fuerza, y no sólo en las “democracias débiles”: en las últimas elecciones para el parlamento de la Unión Europea la participación fue de menos del 50%, con todo y que en algunos países votar es obligatorio.

El caso de México no parece contradecir el resto: las campañas de voto nulo y anulación del voto tienen, al parecer, más seguidores que todos los partidos juntos.

« ¿Qué pasaría si Irán invadiera México?», se pregunta Noam Chomsky

En una nueva cruzada contra el fundamentalismo demócrata, los ejércitos de Irán, Siria- Palestina y Egipto realizan ejercicios militares en las costas de Cuba y las Bahamas. Los vuelos de reconocimiento de la fuerza aérea de Marruecos se han extendido desde el Golfo de México hasta las costas orientales de Canadá.

Desde el atentado perpetrado por los ultrarradicales demócratas en la mezquita de Damasco, las repúblicas democráticas de Canadá y México se han convertido en los mayores obstáculos para la paz mundial, según el Sultanato de Irán. Los servicios de inteligencia de Pakistán, Argelia y Libia han hallado supuestos vínculos entre la célula terrorista “Democracia”, que organizó los ataques de la mezquita de Damasco, y los gobiernos de Canadá, México y, muy posiblemente, de los Estados Unidos. A pesar de que las repúblicas de Argentina, Francia y Gran Bretaña abogan enérgicamente por la vía del diálogo, los Sultanes de Medio Oriente han ordenado la invasión inmediata de Canadá. “Los terroristas demócratas de Damasco eran occidentales y eran financiados por la América del Norte. El mundo islámico debe tomar conciencia de que México y Canadá están avanzando rápidamente en el campo de las armas bacteriológicas, con las que podrían atacar a los emiratos de Cuba, América Central y Groenlandia. No podemos rendirnos ante el radicalismo demócrata. En este caso, la guerra es justa y noble".

En una veloz campaña, Canadá es ocupada por la Coalición de Irán, Siria y Egipto. El primer ministro Healey y varios miembros de la Cámara de los Comunes escapan hacia diversos puntos en Sudamérica. La facción musulmana canadiense se levanta, toma el poder, con la ayuda de la armada iraní y declara un nuevo emirato en Canadá.

Unos meses más tarde México, el supuesto fabricante de armas bacteriológicas, está en la mira de los ejércitos musulmanes estacionados en las costas de Belice. Las repúblicas de Argentina, Francia y Gran Bretaña condenan las acciones unilaterales de Irán y de la Organización del Tratado de Índico Norte (OTIN). Los intelectuales musulmanes moderados critican la invasión de Canadá y la campaña contra México: “se trata de una intervención militar injusta, cuyo objetivo verdadero son las reservas de petróleo de Canadá, de México y de los Estados Unidos, incluida Alaska. Todos sabemos que las reservas de petróleo de Irak, de Arabia Saudí y de los emiratos del Golfo Pérsico se agotarán en los próximos veinte años y es por eso que la OTIN busca asegurar el petróleo del continente norteamericano, cuya explotación está muy por debajo del nivel promedio internacional”.

Aún bajo críticas duras de las repúblicas democráticas y de los musulmanes moderados, el Sultán de Irán ordena la invasión de México y la captura del presidente mexicano. Rápidamente, la fuerza aérea marroquí realiza bombardeos masivos contra Cancún, Veracruz y Tampico, mientras que las tropas musulmanas desembarcan en las costas de la península de Yucatán. En pocos meses, un nuevo gobierno islámico es instaurado y el petróleo del Golfo de México queda resguardado por las tropas de ocupación.

“El próximo objetivo de los Sultanes de Medio Oriente son los empobrecidos y débiles Estados Unidos”, dicen los críticos de la política exterior de la OTIN. La necesaria campaña de difamación ya ha comenzado. Los Sultanes han acusado a los Estados Unidos de financiar a los terroristas liberales de las capitales económicas y financieras del mundo (Damasco, Ankara, El Cairo, Bagdad, Kabul y Trípoli). Además, ya circulan en los periódicos musulmanes las “pruebas” de que el gobierno estadounidense prepara armas nucleares en sus laboratorios de California. “La campaña de paranoia mediática antiamericana en el mundo musulmán es un mal augurio”.

“Varios miembros de la Organización de las Naciones Islámicas Unidas (ONIU), entre ellos el Califato de Roma y Al-Brasil, ya han protestado contra la política exterior de los Sultanes, al igual que las repúblicas de Argentina, Gran Bretaña y Francia. Aún así, sabemos que el peso de la ONIU y de las repúblicas es ínfimo –hecho que ya comprobamos con los casos de Canadá y México- por lo que somos pesimistas y no creemos que la devastación de los Estados Unidos y el consiguiente saqueo de sus recursos petroleros puedan evitarse”.

viernes, 19 de junio de 2009

Un término trillado

El ilustre Moses Montefiore desprestigia a la democracia. En uno de sus diálogos más famosos, Las dos tesis o de la bonominia (sic) se refiere a ella: “Primero, sabéis perfectamente que las críticas a la democracia no son del agrado de los demócratas. Por esto, sabéis también que no tiene caso enviar vuestras críticas sobre la democracia a los demócratas. Además, es una tesis que a ellos no les importa nada, por lo que ellos no sentirán la más mínima pesadumbre si hacéis trizas sus ideas delante de ellos. Ellos no pueden ver nada que no sea democracia. Segundo, no les convenceréis de nada. Tampoco conseguiréis que sus cerebros piensen sobre lo que les habéis enviado. Estaréis de acuerdo conmigo en que tratamos con asnos”.

Cada día me cuesta más trabajo estar en desacuerdo. La democracia se ha convertido en un término de papel, igual que los imperialistas de los que hablaba Mao (son tigres de papel, decía).

Por todos lados brotan nuevas investigaciones sobre la participación política, otras que hablan de la importancia que tienen los medios de comunicación en la vida pública; las más, sobre instituciones y democracia. Son capaces de matizar, de medir a la democracia. La califican de buena, de mala, según sea mediano o alto el “interés” del individuo.

Y es que toda la visión liberal, sobre todo la más actual, ha dejado de lado la profundidad reflexiva para dedicarse por completo a explotar las áreas técnicas del conocimiento (¡maldito plano cartesiano!). Las mismas áreas que en la vida diaria acumulan mayor riqueza, participan de mayores ganancias en la vida productiva, en el espíritu emprendedor.

Ni se diga en la academia. Es tan riguroso el método científico, que ya nadie se preocupa por lo que en verdad importa: aprender. Se tiene que medir algún acontecimiento y además, citar a los nuevos clásicos, aunque lo que se diga no tenga ninguna conexión con la realidad. Es el método por el método mismo.

Prefiero creer en las palabras de Moses, las mismas con las que reconoce la intención primera de sus diálogos: “Por un momento, nos hemos emancipado de la tiranía de la razón. Lo que decimos carece de todo sentido. O, quizás, nos hemos emancipado de la lógica y de la idea de que todo diálogo tiene el deber de poseer un sentido”.

¿Tiene acaso la democracia un sentido?

Despúes de dos meses de protestas y bloqueos de carreteras, con un saldo de al menos treinta y cuatro muertos, más de sesenta desaparecidos y más de un centenar de heridos, la resistencia de los indígenas peruanos a la llamada "ley de la selva", que ponía los recursos naturales al servicio del capital internacional, logró que el Congreso de Perú anulara las reformas a la Constitución, en lo que constituye una derrota para el gobierno de Alan García y el Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos.

Una victoria para los indígenas peruanos

sábado, 13 de junio de 2009

CENEVAL: hablemos de negocios

La educación en México es gratuita, reza uno de nuestros artículos constitucionales preferidos. Sin embargo la realidad demuestra que estudiar no solamente no es gratuito: sale bastante caro.

La política educativa de México no ha estado exenta del cambio de paradigma que en la década de los 80’s significo la entrada de los llamados regímenes tecnócratas al poder: tanto la apertura comercial como el adelgazamiento del Estado han tenido repercusiones en el sistema educativo en México, y no necesariamente para bien.

Las reformas encaminadas a lograr una “modernización” educativa desde entonces han convertido paulatinamente a la educación en una mercancía más, y en una bastante redituable, por cierto. Un claro ejemplo de ello son los sistemas de ingreso a los niveles educativos medio superior y superior.

El Centro Nacional de Evaluación para la Educación Superior (CENEVAL) se ha constituido en un monopolio, con todo el respaldo del Estado, para este propósito: en base a un simple examen de opción múltiple (el cuál a su vez contiene múltiples deficiencias), determinar quienes son los iluminados que podrán ingresar a determinada institución.

A la fecha, el CENEVAL ha evaluado ya alrededor de 13 millones de mexicanos, entre exámenes de ingreso al bachillerato, licenciatura, y posgrados, de titulación y de certificación. Los primeros tienen un costo individual de 138 pesos, mientras que el costo promedio de los exámenes de titulación es de mil. Tan sólo en la zona metropolitana de la Ciudad de México se evalúan cerca de 400 mil estudiantes al año.

En 15 años de funcionamiento, los ingresos del Centro llegan a la modesta suma de 3 mil millones de pesos, lo cuál no deja de extrañar considerando que se trata de una asociación civil sin fines de lucro. O al menos eso dicen ser.

El CENEVAL tiene convenios con más de 150 instituciones de nivel superior, así como con la SEP para aplicar el examen de ingreso al bachillerato a todo lo largo y ancho del país. Al problema de la privatización educativa se le suma el de la corrupción: funcionarios en puestos claves del gobierno y directivos de universidades, tanto públicas como privadas, que se ven beneficiados en el negocio.

La tan sonada Alianza por la Calidad de la Educación, el último engendro de La Maestra y el presidente, propone entre otras maravillas evaluar periódicamente a más de un millón de maestros. ¿Quién cree usted que podría realizar las evaluaciones a módico precio?

La educación es ya un bien rentable que puede ser explotado desde muchos aspectos: el de la evaluación es sólo uno de ellos. La modernización educativa no es otra cosa que una privatización gradual, y tiene sentido: es quizá uno de los mercados más estables.

No es una lucha perdida, por supuesto: el movimiento de los estudiantes universitarios en la UNAM de 1999 consiguió que la Universidad aplicara su propio examen, deslindándose de CENEVAL. Sin embargo para quienes presentaron ayer el examen de admisión a la Universidad Veracruzana no queda más que esperar que se cometan errores como el del año pasado que aumenten el número de aceptados en la universidad. 

The new up

Desde hace tiempo, los medios de comunicación, o de dominación si queremos ser más precisos, nos educan para alabar el abuso y la estupideez.
La imágen como aliciente enajenante, es una de las herramientas más peligrosas de la tecnología mediática. A través de la televisión, por ejemplo, atan nuestras muñecas y nuestros tobillos con los grilletes del engaño y nos hacen creer que todo lo que deseamos, ha sido producido para nosotros y está enteremante a nuestro alcance ¿Para qué entonces, querríamos liberarnos de tan cómoda sentencia?
Así, poco a poco, lo vemos todo a través de una pantalla, y el mundo ajeno al plasma de pixeles es cada día menos importante. La información real, es transgiversada y distorsinada; inyectada con virus más peligrosos y sutiles que el de la influenza: el del aletargamiento.
Pan y circo, esa vieja consigna en su ascepción más absurda, es el grito de batalla del televisor y sus secuaces; sólo que ahora, el reparto del espectáculo circense, ha sido reducido meramente a los payasos más viejos y arrugados, payasos de un sólo ojo disfrazados de profetas. "Feligreses” gritan “quedense en su lugar, tómense una copa, nada pasará sin previo aviso, el nuevo arriba... es abajo”.
Así pues, el ridículo, la violencia por la violencia, el despotismo y la mansedumbre irreflexiva, son enaltecidos al volcar el mundo dentro de la pantalla. Nuestro entorno deja de tener sentido y nos importa poco si las lluvias de Abril cain en Enero, o si dos más dos es igual a cinco.
La red de mensajes sin sentido que saltan de la boca de nuestros falsos profetas, es cada vez más espesa y está construida con nuestros huesos, con la sangre jóven que pinta nuestras puertas. Es cada vez más difícil trazar un parteaguas y proponer soluciones, pues el yugo de los medios televisivos, es además soportado por los medios impresos y la radio.
Las instituciones educativas no ayudan en lo absoluto, en lugar de proponer planes educativos de rigor analítico y sagaz, nos envuelven con “maternos poemitas de tierno gusto rosa” o exaltan al “idiota que piensa que el mundo es un jardín, donde florece una esmeralda con sabor a durazno”
Aún cuando existen atisbos de consciencia entre los hombres (porque la palabra que denuncia, siempre ha existido como la rémora del tiburón) no sirven más que para limpiarse el aliento del gigante que, detrás de nosotros, está apunto de aplastarnos. “Revolución” gritan algunos, pero esta pasara (si pasa) por televisión y sobre nuestros cadáveres.

viernes, 12 de junio de 2009

Realidad y espejismos: el caso GM

Recientemente, una de las corporaciones mundiales de mayor envergadura, y quizá la principal productora de automóviles en todo el orbe, se declaró oficialmente en quiebra. La otrora gigante General Motors se sumó a la lista de empresas socorridas por el gobierno norteamericano y los nuevos dueños del circo emprendedor: Asia y Europa.
Ante la imposibilidad de mantener el ritmo de producción y distribución requeridas y ante la agudización creciente de la crisis global, la firma automotriz se vio obligada a pronunciarse en bancarrota y traspasar parte de sus acciones a empresas de procedencia china e italiana y desprenderse de sus múltiples filiales nacionales y extranjeras (destacan la marca estadounidense Saturn, la marca premium Hummer y la filial sueca Saab). De este modo, 40% de la dirección y equipo operativo del coloso transnacional pasó a manos de empresas foráneas. El 60 por ciento restante quedó a disposición del gobierno de Estados Unidos. Sin embargo, todo parece indicar que la administración de Obama no pretende dirigir la empresa, ni mucho menos socializar los dividendos, sino únicamente reestructurarle para dejarle nuevamente en manos de sus antiguos propietarios: la vieja fórmula de pillaje capital-Estado.
Una vez al borde de la quiebra, GM implantó una política de recuperación acelerada que se tradujo en las siguientes medidas: Despido masivo de trabajadores dentro y fuera de Estados Unidos, cierre de plantas al interior del país sede y su consecuente traslado a países que ofrecen mano de obra barata, recorte de salarios hasta de un 50% a cientos de miles de obreros, omisión desbocada de las reglamentaciones ambientales y de seguridad, reducción de los costes de producción mediante el uso de refacciones cuasi-chatarra.
Aun así, el Titanic sucumbió…
Seis conclusiones arrojan estos hechos.
Uno. Que los ajustes macroeconómicos están condicionados por la gestión capitalista de la crisis. Que en los rescates se prioriza el interés del empresario y nunca la necesidad del trabajador.
Dos. Que los países periféricos, son, y serán siempre mientras las relaciones inter-estatales no cambien drásticamente, la válvula de escape del capitalismo en crisis, pues la declinación del precio del trabajo catapulta nuevamente la cuota de ganancia industrial.
Tres. Que la competencia intercapitalista no necesariamente conduce al perfeccionamiento de los bienes que lanza al mercado. En ocasiones, la lógica de la maximización de utilidad exige el abaratamiento de la mercancía.
Cuatro. Que albergar las fábricas de las transnacionales no conduce al desarrollo o al progreso de un país, al contrario, crea inseguridad laboral y dependencia económica.
Cinco. Que las hipotéticas bondades del liberalismo económico son un espejismo.
Seis. Que, como puede observarse con el caso GM, la descomposición gradual de la estructura productiva es un axioma inexorable
Conclusión Pilón. Que el día de hoy –tal como lo indica Eduardo Galeano-, las campañas caritativas en lugar de persuadirnos de patrocinar a un niño huérfano, nos pedirán que adoptemos a un industrial o a un banquero desamparado.

La autoridad

Antaño, cuando los tiempos obligaban al elogio desmedido con tal de lograr aparecer en la foto, las buenas costumbres nos decían que teníamos que temblar de miedo ante las fastuosas ceremonias civiles de quien fuera dirigente del tan afamado rumbo nacional.

Desde la punta del árbol más alto de la casa presidencial, hasta en la oficina más alejada de todas, la autoridad ejerce su poderío: por donde pasa deja su rastro oloroso. Y se soporta en el andamiaje legal, construido por nuestros dedicados diputados y que es ejercido, en sus contadas ocasiones, por el poder judicial.

La verdadera autoridad, la que influye directamente en la construcción de leyes, en la aplicación de obras, en el gasto del dinero mantiene una cercana relación con algún partido: cada estado y cada elección tienen su propio folklor.

Así que los partidos políticos no sólo dominan en lo legislativo: llevan una considerable ventaja sobre los puestos más suculentos de la administración social.

En lo alto les apura el poder; en lo bajo, a algunos les preocupa la ley. En lo alto saben cambiar la Constitución; en lo bajo, retrasar el trabajo. De un modo u otro, los tres poderes se comen el uno al otro, alimentados por la avaricia incansable de quienes forman parte de ellos.

La otra avaricia, la de los empresarios, se mantiene en lo privado: revistas del corazón, lujos escandalosos y una moral distinta, modificable con el mejor postor.

Cuando las cosas se repiten hasta el cansancio, hasta el ojo menos educado logra encontrar las cosas que se repiten, sobre todo cuando año con año se vuelven más evidentes: se negocia cuatro meses con un partido, cuatro con otro, y los otros cuatro, con otro y otro y otro.

Para cuando los políticos se acuerdan del padrón electoral (manifestación evidente de que la realidad es distinta de lo que creen), sus ataques feroces lo anulan: devoradores de la más sólida buena imagen.

La moral se pervierte para satisfacer (porque así se los dice la teoría) los deseos de un pueblo que quiere negociar todo, pueblo emprendedor a priori, empresario de raza e indígena por afición.

Se pervierte día a día la autoridad con la aberrante lentitud de la burocracia, con las más dispares e imaginativas declaraciones de los políticos, con los abusos evidentes del empresariado; con los desvíos de recursos, los negocios que obligan a trabajar todos los días, todas las horas.

Cuando es tiempo de propagar sus ideas, detallan con creces sus errores, sus contradicciones, sus propios negocios. Se ventanean entre ellos, para después pedirse disculpas en lo privado.

Cuando la autoridad no funciona no se tiene que tomar mano dura, ni culpar a nadie; cuando los políticos no representan a nadie, cuando la burocracia sólo estorba, lo que hay que hacer es dejarlos morir solos.

Anular el voto es seguir su mismo camino:

-Dicen que va a ganar el voto nulo- le dijo un diputado a otro.

-Sí. ¿Cómo nos vamos a repartir el porcentaje?- le contestó el otro.

Sin una autoridad real, sin que nadie le crea algo a la clase política, me parece que ya va siendo tiempo de cambiar el rumbo. Así es esto del progreso y la modernidad.

jueves, 11 de junio de 2009

La Sociedad Orgiástica

Aun cuando principios como la razón y la moderación jamás hayan desempeñado un papel directivo en la realidad social y en la conducta humana, hoy por hoy hemos llegado a tal punto que estos valores se hallan completamente ausentes, ya no como conductores de nuestra vida al presente, sino incluso como aspiración, como ideal. El hombre ha renunciado a la tarea de juzgar objetivamente sus creencias, sus pautas de conducta, su modo de vivir. Ha sucumbido ante lo pasional, lo orgiástico.

Toda vez que la humanidad se halla frente al ocaso de una época histórica, la realidad y la vida de los seres humanos tienden a subjetivarse, y lo juicioso es reemplazado por lo irracional; contrario a lo que ocurre en tiempos de reedificación y de cambio social, donde la objetividad y la razón se imponen y dominan la conciencia colectiva. Y quizá sea éste el motivo por el cual la trivialidad y las pasiones se manifiesten de una forma tan burda en nuestros días. Ante la inminente descomposición del patrón burgués de existencia, la premura de los grupos dominantes por reivindicar y reproducir el régimen en vigor ha provocado que los mecanismos de dominio y de control social asuman formas infaliblemente destructivas con relación al orden intelectual, espiritual y ético del hombre, en tanto que fomentan con sumo énfasis la exaltación de los sentidos y las emociones.

El hombre ya no recurre al buen juicio; se ha vuelto un simple receptor pasivo de anuncios propagandísticos y proclamas rimbombantes; reacciona únicamente ante estímulos ficticios pero profundamente provocadores que le ofrecen un aparente bienestar; su capacidad de discernimiento tiene poco o ningún valor frente a su capacidad de adaptación a las tendencias impulsivas intrínsecas en las pautas sociales predominantes; su anhelo por conocer mas ampliamente, por procurar el arribo a la verdad, fue sustituido por el deseo de experimentar emociones intensas que le produzcan una especie de éxtasis perpetuo (que en realidad no es otra cosa que una sucesión de alteraciones transitorias); ha creído encontrar en el “deleite” sexual la clave del amor; la felicidad para él, consiste en el goce y el entretenimiento desmedido, así como en la satisfacción de sus impulsos mas instintivos.

Este alejamiento del hombre con respecto a la razón –producto de un proceso histórico-social de larga duración- ha promovido el origen de lo que aquí llamo la sociedad orgiástica, esto es, individuos que consuman mediante la exacerbación de los sentidos su fusión con el mundo. Mientras no existan condiciones propicias que prioricen la emancipación intelectual del ser humano y el desarrollo de una sociedad sana, la razón objetiva y la verdad –entendida ésta como una orientación del carácter- continuarán siendo ajenas al existir humano.

Desempleo, Inseguridad e Impunidad

Algunos medios informativos han anunciado que la tasa de desempleo en México aumentó considerablemente este año, a tal grado que, según estimaciones, estamos frente a la más alta exclusión laboral de los últimos tres años (buen antecedente para el célebre “presidente del empleo”), aparentemente a causa de la desaceleración de la economía.

Ahora que el tema de la seguridad esta en boca de todos sería importante tomar nota de estos datos. Quizá una primera medida para combatir la delincuencia y la inseguridad tendría que ser la implementación de políticas de planificación y desarrollo económico, que busquen contrarrestar la profunda polaridad social. De este modo se evitaría que cada vez más grupos sociales opten por la vía del trabajo informal y el mercado negro, perímetros que invariablemente provocan brotes de violencia en el país.

Sin embargo, siendo realistas, no bastará con establecer métodos de homogeneización social para erradicar la vida delincuencial, ya que un problema central de la inseguridad pública y la persistente incapacidad para resolverle radica en la participación de servidores públicos y cuerpos policíacos en las redes del crimen organizado. En consecuencia, el dinero de los negocios ilícitos se filtra igualmente en la política y las instancias de justicia, amenazando lo poco que resta de gobernabilidad y atentando contra los incipientes márgenes de democracia que el país ha alcanzado a lo largo de los últimos años.

Estos nexos entre autoridades y grupos de delincuencia organizada imposibilitan u obstruyen la aplicación de acciones serias contra el crimen, la inseguridad y la violencia, abriendo paso a las recurrentes –hoy ya insostenibles- practicas de corrupción e impunidad.

La solución no esta en la aprobación de leyes y penas mas severas –o “mano dura” para emplear la terminología que mas complace al “presidente del empleo”-. Un mayor despliegue de fuerzas policíacas únicamente engendraría más violencia y terror (ahí esta el caso de Colombia), mientras que fortalecería el carácter autoritario del estado mexicano. El recurso de reconceptualizar las corporaciones policíacas certificando a cada uno de los elementos que le integran también resulta insuficiente. Lo que debemos hacer como ciudadanos es reconceptualizar las formas de hacer política y certificar no a los policías sino a los funcionarios públicos que tantos perjuicios ocasionan al país.
Y concluyo con una pregunta. ¿Que es mas pernicioso para la democracia y la estabilidad social del país, un puñado de judiciales corruptos o una clase política incompetente, déspota y cómplice del crimen, como la que actualmente ocupa el poder en el país? Si el gobierno actual es incapaz de hacer valer las demandas de la población en materia de seguridad, así como en cualquier otro rubro, quizá el recurso más sensato sería exigir su destitución.

México frente a la crisis de EE.UU.

Se avecina un periodo de profunda crisis en México. El reciente colapso financiero que sacudió a nuestro “generoso” vecino del norte es prueba infalible de la decadencia geopolítica y económica de Estados Unidos, con todo y lo que ello implica, máxime para nuestro empobrecido país. Los indisolubles nexos económicos entre ambos países son incuestionables. El funcionamiento de la economía en México esta completamente sujeta a la actividad mercantil-financiera de aquel país. El problema es que mientras Estados Unidos cuenta con un respaldo económico más o menos sólido (a pesar de vivir un claro proceso de decaimiento), México en cambio, con su endeble estructura económica, sus ínfimos niveles de crecimiento, su endémica relación de intercambio desigual con la decaída superpotencia, su condición periférica en la economía-mundo y su eterna dependencia con respecto al mercado externo, tendrá serias dificultades para contrarrestar el actual desplome del sistema económico estadounidense.

El deceso hegemónico de la nación norteamericana, no obstante, marcará la pauta para la emancipación política y económica de los pueblos de América Latina, tal como se ha venido presentando. El arribo al poder de diversos gobiernos de izquierda en los países del cono sur muestra cuan vulnerables se han vuelto los preceptos de la Doctrina Monroe y cuan inhabilitada se halla actualmente la principal potencia militar –debido a sus “compromisos” bélicos en Oriente Medio y a las múltiples tensiones internas- para controlar y vigilar la vida política de México, Centro y Sudamérica.

Los efectos destructivos de esta crisis sistémica se harán sentir con mayor vigor en los países subdesarrollados. Ahí, en las regiones mas desfavorecidas, donde forzosamente los desequilibrios financieros acentuaran aun más las desigualdades socioeconómicas y desgarraran brutalmente el tejido social, las posibilidades de ajuste estructural serán prácticamente nulas. Tal será, factiblemente, el caso de México. De ser así, el país sufrirá un claro proceso de desintegración que conducirá, necesariamente, a un proyecto de transformación. De que forma y a través de que medios se producirá esta transición, aun es difícil preverlo. Pero es definitivo que tal coyuntura promoverá la acción política en función de un profundo cambio social

No nos fiemos de las explicaciones que nuestras “ilustradas” autoridades económicas habrán de ofrecer con relación a la actual crisis. Las consecuencias son imprevisibles aun para los expertos en la materia. México debe afrontar con inteligencia los efectos de la decadencia norteamericana y desafiar con tenacidad la histórica dominación de nuestros pueblos.

Turismo S.A. de C.V.

El mundo se complejiza; la capacidad de abstracción se contrae. Todo fenómeno cultural, territorio o tradición es motivo de un juicio valorativo arbitrario. Cuando todo se juzga a través del cristal de la modernidad, cuando aplicamos un mismo sesgo normativo para calificar al “otro,” cuando se amputa la realidad y lo diverso en nombre de la cacareada “racionalidad,” la facultad de comprender objetivamente al hombre y sus expresiones se ve violentamente mutilada. Paradójicamente, los avances tecnológicos en materia de transporte y comunicación y la creación de vastos dispositivos para conectar íntimamente a todos los pueblos del mundo, han reforzado esta visión parcial y uniforme.

El turismo, en sus diferentes vertientes, es un claro promotor de este enfoque fragmentario. Los gustos y preferencias del turista han sido confeccionados artificialmente en virtud de ajustarle a un mismo patrón de servicio-recreación-comodidad. Así, cuando el turista visita algún sitio nuevo espera –o exige más bien- recibir el mismo trato y atención que ofrecen otros destinos turísticos. Cuando un gringo regresa a su país después de haber realizado una visita a algún país “bananero” como le llaman ellos, por ejemplo, México (sin afán de herir susceptibilidades, pues luego hay quien si cree que estamos en vías de convertirnos en la 5ª potencia económica del mundo), sus principales observaciones suelen ser meras quejas sobre las carencias de la infraestructura: que si el agua potable no era tan potable, que si no había cajeros automáticos (o “ATM”) suficientes, que si el restaurante no ofrecía “hotcakes,” que si el celular no tenía señal, que si los establecimientos no aceptaban “credit card,” que si los bares no incluían en su menú el “Vodkatonic,” que si no transmitían por TV los juegos de los “Lakers”; en fin, un sinnúmero de reproches y desazones.

Ahora, en tiempos de la globalización (in)cultural todos parecen haberse tragado la píldora del “All Inclusive” o “VTP” (Viaje Todo Pagado), pues incluso hasta los ciudadanos de repúblicas plataneras demandan estos mismos servicios y atracciones. Quizá los eco turistas y mochileros estén en desacuerdo con esto. Pero si dejan de lado por un momento su orgullo trotamundo y/o bohemio, y analizan detenidamente las actividades y sitios turísticos que frecuentan, habrán de reconocer que la industria turística también tiene algo para ellos. ¿O acaso nunca hacen uso de algún servicio en sus múltiples excursiones?

Desgraciadamente queda poco espacio para el viajero –no turista- genuino. La industria hotelera y de entretenimiento ha devorado todos los sitios de interés en el mundo, y con ello ha devastado un patrimonio cultural incalculable, eliminando las particularidades y costumbres nativas de los pueblos.

Sugerencia a padres de familia: procuren no llevar a los hijos a Disneylandia. Así comienza la deformación de la realidad.

martes, 9 de junio de 2009

Ajedrez

Una aporía infranqueable de fuertes consecuencias e implicaciones éticas y políticas, se encuentra presente en el pensamiento del mundo occidental desde hace ya muchas décadas. Esta aporía surge principalmente de la confrontación teórica política de la modernidad europea y de la bastante renombrada “pos -modernidad”.

La modernidad, de alguna manera, es un intento de secularización de las normas del mundo cristiano. Estas normas trataran ahora de encontrar su fundamento y origen en la razón humana; sin embargo, estas tienen las mismas pretensiones de ser normas universales y absolutas al igual que en el cristianismo. Un claro ejemplo de esto lo podemos apreciar en la ética kantiana, en la cual, para que una decisión sea moralmente correcta, debe ser guiada por una norma que pueda universalizarse.

El gran problema al que nos lleva este tipo de éticas, es que al igual que en el mundo del cristianismo, el individuo no tiene voluntad propia, y el uso de la libertad queda sumamente restringido. El individuo, junto con todas sus contingencias imposibles de cuantificar en un sistema ético de este corte, es prácticamente engullido.

Con la “muerte de Dios” que representa la caída de todos los valores absolutos (los religiosos y los de la razón), y que es el principio de lo que se denomina “pos-modernidad”, se abre un nuevo horizonte político y ético. Corrientes ideológicas como el liberalismo, debieron encontrar algún apoyo en este nuevo panorama, pues los intereses individuales en el contexto pos- moderno, adquieren un gran valor al liberarse del yugo de los absolutismos.

El problema ahora, es que el nihilismo en el que la sociedad occidental se encuentra sumergida, nos ha llevado a un exceso de individualismo. La falta de valores normativos, se ha manifestado mas como una limitación para la cohesión social y el bien común, que como una garantía de libertad para cada uno de nosotros.

Esta excesiva individualidad, nos ha llevado a olvidar que somos seres políticos. Que entre cada uno de nosotros existe un espacio común, y que los problemas que se presentan en ese espacio nos son comunes.

El liberalismo en exceso, nos hace perder la dimensión de la comunidad. En un liberalismo de este tipo, solo unos pocos pueden ejercer su voluntad y arbitrio. El resto, al igual que en el modelo político de los valores universales, siguen subsumidos.

En conclusión, parece que ninguna de las dos posturas, nos ofrecen una verdadera solución al problema político real que acontece al enfrentar a un otro. El absolutismo por un lado como anteriormente dijimos, nos devora, nos diluye. Por el otro lado, el individualismo al no tener ningún límite, es capaz de engullir la totalidad del entorno, el papel se invierte. O ¿es que será legítimo adueñarme por la ley propia de toda exterioridad?

lunes, 8 de junio de 2009

Lisbon Revisited

Nada me ata a nada.
Quiero cincuenta cosas al tiempo.
Con angustia del que tiene hambre de carne anhelo
no sé bien qué:
definidamente lo indefinido…
Duermo inquieto, y vivo en el soñar inquieto
de quien duerme inquieto, a medias soñando.

Me cerraron todas las puertas abastractas y necesarias.
Corrieron cortinas ante todas las hipótesis que podría
ver en la calle.
En el callejón que yo encontré no hay el número de
puerta que me dieron.

Desperté a la m isma vida que me había adormecido.
Hasta mis ejércitos soñados sufrieron derrota.
Hasta mis sueños se sintieron falsos al ser soñados.
Hasta la vida tan sólo deseada me harta -hasta esa vida…
Comprendo a intervalos inconexos;
escribo en los lapsos de cansancio;
y es tedio hasta el tedio lo que me arroja a la playa.
No sé qué destino o futuro compete a mi angustia sin timón;
no sé qué islas del Sur imposible me aguardan, náufrago;
o qué palmares de literatura me darán un verso al menos.

No, no sé esto, ni otra cosa, ni cosa alguna…
Y en el fondo de mi espíritu, donde sueño lo que soñé,
en los campos últimos del alma, donde memoro sin causa
(y el pasado es una niebla natural de lágrimas falsas),
en los caminos y atajos de las florestas lejanas
donde supuse mi ser,
huyen desmantelados, últimos restos
de la ilusión final,
mis ejércitos soñados, derrotados sin haber sido,
mis cohortes por existir, despedazadas en Dios.

Otra vez vuelvo a verte,
ciudad de mi infancia pavorosamente perdida…
Ciudad triste y alegre, otra vez sueño aquí…
¿Yo? Pero, ¿soy yo el mismo que aquí viví, y aquí volví,
y aquí volví a volver y volver,
y aquí de nuevo he vuelto a volver?
¿O todos los Yo que aquí estuve o estuvieron somos
una serie de cuentas-entes ensartadas en un hilo-memoria,
una serie de sueños de mí por alguien que está fuera de mí?

Otra vez vuelvo a verte
con el corazón más lejano, el alma menos mía.

Otra vez vuelvo a verte
con el corazón más lejano, el alma menos mía.

Otra vez vuelvo a verte -Lisboa y Tajo y todo-
transeúnte inútil de ti y de mí,
extranjero aquí como en todas partes,
tan casual en la vida como en el alma,
fantasma errante por salones de recuerdos
con ruidos de ratas y de maderas que crujen
en el castillo maldito de tener que vivir…

Otra vez vuelvo a verte
sombra que pasa a través de sombras y brilla
un momento a una luz fúnebre desconocida
y entra en la noche cual estela de barco al perderse
en el agua que dejamos oír…

Otra vez vuelvo a verte,
mas, ¡ay, a mí no vuelvo a verme!
Se rompió el espejo mágico en el que volvía a verme idéntico,
y en cada fragmento fatídico veo sólo un pedazo de mí,
¡un pedazo de ti y de mí!

Fernando Pessoa
(Traducción de José Antonio Llardent)

sábado, 6 de junio de 2009

Te lo agradezco, pero no.

Defender los valores de la democracia, la promoción de los derechos humanos y la lucha contra problemas como el terrorismo, las drogas y la corrupción. Sin lugar a dudas le vinieron a la mente los lineamientos que, al menos en el discurso, rigen la política exterior norteamericana.

Sin embargo, me refiero a los principios que la Organización de Estados Americanos (OEA) toma como propios y con los que justifica su existencia. Me gustaría pensar que se trata de una simple coincidencia, más algo me dice que no es el caso.

La OEA es constituida el 30 de abril de 1948, y si bien no se trata de la primera organización de carácter internacional en la región, si es la primera en la que los Estados Unidos ejercen un papel fundamental al surgir como país hegemónico después de la segunda guerra mundial, asegurando así el alineamiento del resto de los países del continente frente a la amenaza que representaba el surgimiento de la Unión Soviética y el maldito comunismo.

Desde sus inicios la organización se ha dedicado a defender los intereses colonialistas de los Estados Unidos en América Latina, legitimando invasiones, asesinatos y golpes de estado. Un claro ejemplo del servilismo de la organización es la suspensión de los derechos de Cuba como miembro de la OEA ante la orden dictada desde Washington en enero de 1962.

Apenas el miércoles pasado, 3 de junio, el pleno de la OEA decidió por unanimidad anular dicha resolución, un debate por completo inútil pues Cuba había anunciado ya su decisión de no reintegrarse al organismo.

Si la asamblea de la OEA quería tratar a Cuba como tema, lo único que valdría la pena discutir es el fin del bloqueo económico que la isla sufre desde 1959, tema al cuál la OEA no ha hecho ni hará alusión nunca.

El pretexto que se mantiene es que el de Cuba es un gobierno autoritario que no ha respetado las instituciones democráticas que tan amablemente han sido impuestas en el resto del continente con tan buenos resultados. Al parecer tener uno de los mejores sistemas educativos y de salud en el mundo, el mantener una cierta igualdad en las condiciones de vida de sus ciudadanos y el poder garantizar cuando menos los niveles mínimos de subsistencia para el total de su población no son méritos suficientes ante el supuesto detrimento de la libertad de los ciudadanos cubanos. Valdría la pena preguntarse que tanto favorecen la supuesta libertad y la democracia al nivel de vida de los ciudadanos en el resto de los países latinoamericanos.

En fin, nada tiene que hacer Cuba en dicho organismo; aún más, poco o nada tienen que hacer el resto de los países latinoamericanos: la OEA fue una expresión más de la hegemonía norteamericana, y ha sido capaz de demostrar su inoperancia por los últimos 60 años. Existen el día de hoy organizaciones regionales que han superado ampliamente la capacidad de la OEA en cuanto a resolución de conflictos y la integración continental. La Alternativa Bolivariana para América Latina y el Caribe (ALBA), la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) y el Mecanismo Permanente de Consulta y Concertación Política (conocido como Grupo de Río) son claro ejemplo de ello.

La propia existencia de la OEA es anacrónica: no sirve más en un mundo en el que los Estados Unidos no son ya la única fuerza en el continente, un continente en donde la tendencia ha sido optar por gobiernos de izquierda y por una integración regional que pueda definir una identidad latinoamericana frente a los intereses norteamericanos.

Desvío de recursos

Las secretarías de Estado hacen ahorros que destinan a campañas y al Ejecutivo: diputado Ortega

Asumió Calderón mil fideicomisos creados por Fox para esconder subejercicios: PRD

El desvío en el primer año de este gobierno es de $200 mil millones, no 120 mil, "como dicen panistas"

Autor: Roberto Garduño

El gobierno de Felipe Calderón heredó del de Vicente Fox mil fideicomisos donde han ido a parar los millonarios subejercicios de los gobiernos panistas. Por medio de las secretarías de Estado y dependencias "se acumulan ahorros y economías para ser utilizados discrecionalmente en los gastos del Presidente de la República, y seguramente en las campañas electorales del PAN", sostuvo Antonio Ortega, presidente de la Comisión de Vigilancia de la Cámara de Diputados.

http://www.jornada.unam.mx/2009/06/06/index.php?section=opinion&article=005n1pol

Link

Encontré esta página que tiene archivos sobre cuestiones locales. Si alguien le interesa, les dejo el link:

http://cetrade.org/v2/

viernes, 5 de junio de 2009

¿Operación Limpieza?

El hijo desobediente reanudó repentinamente su sacrosanta lucha contra la delincuencia y los enemigos de la patria, en aras, según la versión del inquilino en los pinos, de desmontar las redes de complicidad entre autoridades y el crimen organizado. Esta vez, las víctimas de su jugarreta fueron los estados de Nuevo León, Morelos, Michoacán y Veracruz. El célebre caballero de la justicia puso en marcha un operativo en el que participaron Ejército y Policía Federal Preventiva para la detención en masa –sin previa orden de aprehensión- de una treintena de servidores y ex servidores públicos en Michoacán, medio centenar de elementos policíacos en la entidad neoleonense, cinco funcionarios de la Procuraduría de Morelos y mas de treinta efectivos de la policía de Veracruz. Todos ellos arrestados por presuntos nexos con organizaciones criminales.
Cabe preguntarse, con que objeto se realizaron estas detenciones irregulares, claramente violatorias de los criterios jurídicos vigentes. Por los antecedentes del gobierno actual en materia de corrupción y aplicación espuria de la ley, sabemos que esta estrategia obedece a consideraciones de carácter publicitario-electoral y a la protección de los cárteles y colaboradores que operan con el consentimiento de los poderes públicos.
Esto explica la propensión del gobierno federal a realizar los operativos en entidades gobernadas por la oposición y precisamente en el marco de una contienda electoral. Ante el descrédito del gobierno en turno, la única bandera que le restaba por defender era la del combate a la delincuencia. Sabemos que ni siquiera en este terreno ha tenido éxito, y por ello el partido en el poder se vio obligado a actuar con aparente firmeza de cara a las próximas elecciones. El despliegue publicitario fue el ingrediente medular.
El otro aspecto apócrifo de estas aprehensiones en masa, fue el hecho de que estuvieran dirigidas –aunque con asistencia de efectivos militares- por la PFP, corporación policíaca subordinada a la Secretaría de Seguridad Pública que preside Genaro García Luna, a quien se acusa de tener vínculos estrechos con el crimen organizado y el narcotráfico. Con esta referencia, es difícil creer que la PFP este exenta de los “vicios” y “anomalías” que ahora finge impugnar y combatir. Existen razones de sobra para creer que estamos presenciando una lucha encubierta entre cárteles del narcotráfico, ejecutada por los cuerpos policíacos y al amparo del Ejército y el gobierno federal.
Después de las detenciones en Nuevo León, un grupo de inconformes se manifestó a las afueras del cuartel de la secretaría de seguridad pública del estado. Ahí, frente al edificio una mujer exclamó: “que se empiece la limpia desde arriba y no con los de abajo que son obligados a servir al narco.”
Esto es cierto siempre y cuando el objetivo realmente fuera erradicar el crimen y la complicidad de funcionarios públicos. Lamentablemente, esto no es lo que se busca. El gobierno federal no pretende desarticular las redes del crimen organizado y el narcotráfico: quiere afianzar al cártel con el que tiene “pacto de caballeros.” El gobierno federal no esta “limpiando” México: quiere desplegar una campaña propagandística para posicionar electoralmente al partido que ocupa el poder.
Al parecer el hijo desobediente salió más manso de lo que se pensaba.
¿O usted que opina amable lector?

miércoles, 3 de junio de 2009

Realidad Virtual

Diego A. Reyes Rojas

Los planos de conciencia hoy en día, ya no se limitan a los consabidos sueño y vigilia. De algún tiempo a esta parte, algunas generaciones han tenido la oportunidad de crecer dentro de una realiad alterna más: la de los videojuegos.
Hay quienes jugaron consolas antiquísimas como el Atari, y hoy en día siguen fieles a la industria del juego virtual; además, día con día, el número de joystickeros, como se les llama en ocasiones, es mayor.
El primer videojuego lanzado al mercado fue el Pong, la simulación del tenis de mesa que seguro todo mundo recuerda si hace un mínimo esfuerzo. El físico alemán William Higinbotham, lo inventó, pero no patento el artefacto y perdió la oportunidad de volverse uno de los hombres más ricos del mundo, y asegurar el futuro económico de sus hijos y los hijos de sus hijos... etc.
Con el tiempo, las consolas han ido evolucionando a una veocidad descomunal. En menos de 50 años, se dio el gran salto de la pantalla bidimensional con tres rayitas y una línea en medio, hasta la asombrosa capacidad de vivir en un mundo tridimensional, cada vez más detallado y parecido al mundo real.
Los temas para los videojuegos son casi infinitos, tantos como posibles historias existan, y además, se le deben sumar los juegos de mesa virtualizados o las actualizaciones y secuelas de juegos que se convirtieron en clásicos
Jugar Nintendo, Play Station, Xbox o lo que sea, sustituye poco a poco las antiguas reuniones de domino, baraja o ajedrez, y absorve lentamente las 24 horas que corresponden a cada unos de nuestros días.
Es difícil, después de horas de juego, volver a la realidad y no seguir con la intención, por ejemplo, de arremeter con la espada a todo aquel monigote que se aparezaca enfrente, pues hay que salvar a la reina del malvado dragón.
Aunque en un principio, el fin de los videojuegos era meramente recreativo y las campañas mercantiles iban dirigidas exclusivamente a los jóvenes y niños, no se ha perdido la oportnidad de buscar nuevas esferas de crecimiento.
Incluso se han desarrollado juegos educativos, para dejar de fumar, o realidades alternas en las que uno crea a su personaje con las características físicas deseadas, y hasta con una personaliad más o menos determinada para comenzar a vivir una vida “ideal”.
Second Life, por ejemplo, es un mundo virtual donde los límites de interacción del videojuego se han extendido hasta mimetizarse con el mundo real.
Si alguna vez pensaron que matrix era un futuro aterrador, consideren a ésta versión de mundo un competidor seguro, pues se ha introducido eficazmente en el sistema económico mundial.
Second Life es ya la fuente principal de ingresos para algunas personas y un espacio más de comercio para empresas como IBM, Xerox y Michelin; pues éstos últimos, han lanzando proyectos de mercado en éste espacio virtual, sin la necesidad de arriesgar cantidades garrafales de dinero como las que exigiría el mundo real.
Ya no nos podemos dar el lujo de observar sólo el comportamiento de la realidad y el sueño. Filósofos y poetas como Breton o el buen Platón, tendrían que reformular algunas de sus aseveraciones si les tocara sostener un control de Wii o Xbox.

Entrevista

Link directo a la entrevista

http://ddooss.org/articulos/entrevistas/Giovanni_Arrighi.htm

Le pregunta David Harvey a Giovanni Arrighi: "La actual crisis del sistema financiero mundial parece la reivindicación más espectacular de las predicciones teóricas que has sostenido desde hace mucho tiempo más allá de lo que nadie podía imaginar. ¿Hay de todas formas aspectos de esta crisis que te hayan sorprendido?"
Apacible, meditando con tiempo suficiente su respuesta, Arrighi apunta: "Mi predicción era muy simple. La tendencia recurrente hacia la financiarización era, como señaló Braudel, un signo del otoño de una expansión material particular que se centraba en un Estado determinado. En The Long Twentieth Century denominé el inicio de la financiarización la crisis-señal de un régimen de acumulación y señalé que a lo largo del tiempo –habitualmente tras medio siglo– se produce la crisis terminal. Para las anteriores potencias hegemónicas, era posible identificar tanto la crisis-señal como las crisis terminal. Para Estados Unidos aventuré la hipótesis de que la década de 1970 era la crisis señal; la crisis terminal no había llegado todavía, pero llegaría. ¿Cómo? La hipótesis básica es que todas estas expansiones financieras eran fundamentalmente insostenibles, porque estaban canalizando hacia la especulación más capital del que podía ser realmente gestionado o dicho con otras palabras existía la tendencia de que estas expansiones financieras desarrollaran burbujas de diversos tipos. Preví que esta expansión financiera conduciría finalmente a una crisis terminal, porque las burbujas son tan insostenibles hoy como lo fueron en el pasado, pero no los detalles de las burbujas: la burbuja de los valores tecnológicos o la burbuja de la vivienda.
"También, me mostré ambiguo sobre en qué momento nos encontrábamos a principios de la década de 1990, cuando escribí The Long Twentieth Century. Pensaba que de algún modo la belle époque de Estados Unidos estaba ya acabada, cuando en realidad estaba justo empezando. Reagan la preparó provocando una recesión importante, que creó a continuación las condiciones para la subsiguiente expansión financiera, pero fue Clinton quien realmente presidió la belle époque que después terminó en el colapso de la década de 2000, especialmente del Nasdaq. Con la explosión de la burbuja de la vivienda, lo que estamos observando ahora es, con toda claridad, la crisis terminal de la centralidad financiera y de la hegemonía estadounidenses".

martes, 2 de junio de 2009

Que profundo

Acerca de cierto prejuicio sobre los lenguajes populares y la construcción de cierto conocimiento que de éste surge, me gustaría hacer una pequeña reflexión, con el afán de reivindicar un poquito, todos aquellos refranes de nuestros abuelitos que se han perpetuado a lo largo del tiempo. Siendo estos lenguajes, por decirlo en un sentido informal y poco riguroso, la base de cierta sabiduría popular, que si bien no tiene el rigor estricto del saber científico, la sabiduría popular con sus ambiguas y polisémicas sentencias suele en ocasiones dar de manera certera en el clavo de algún asunto.

Este prejuicio mencionado, generalmente surge desde el seno de algún lenguaje especializado, o por decirlo de otra forma, de un lenguaje científico, ya sea de ciencias duras o naturales, o de de ciencias humanas y sociales.

Rápidamente me gustaría mencionar lo que a mi consideración son diferencias claves que definen estos dos distintos tipos de lenguaje, ya que estas diferencias manifiestan los distintos campos del mundo que cada uno de ellos describe. Lo cual hace que el desden que se le pudiera tener a la sabiduría de los abuelos, sea innecesario.

Una de estas diferencias fundamentales, es la pretensión de cada uno de estos lenguajes. El lenguaje científico con su actitud ansiosa de búsqueda, pretende encontrar ciertas verdades del mundo, haciendo de estas la base de su conocimiento. Hay aquí en la actitud científica, una necesidad de encontrar algo verdadero y certero, que pueda ser universalizable. A diferencia de la ciencia, el saber popular no tiene esa necesidad rigurosa, sino que construye su conocimiento, con excedencias de las experiencias subjetivas que los individuos a lo largo de la vida han padecido. Otra diferencia clave entre estos dos lenguajes, es el uso riguroso que la ciencia hace de la lógica, como instrumento de análisis de lenguaje, cosa que el saber popular no usa, a pesar de tener su propia racionalidad.

¿Una pastillita?

Es verdaderamente notable la gran cantidad de anuncios que la industria farmacológica se ha encargado de poner en circulación en los medios de comunicación, sobre todo en la televisión. Es imposible mirar algún programa o realizar la tan gran gustada actividad del “zapping”, sin encontrarse con alguno de estos anuncios que a toda costa tratan de convencernos de los maravillosos poderes curativos de sus productos.

Hay que tener en cuenta que los laboratorios de fármacos son de las empresas más rentables en la actualidad. Los enfermos son un gran negocio para esta industria, que arroja millones y millones de dólares anuales en ganancias por la venta de sus productos. La medicina alópata, que es al genero al cual mayormente pertenecen estos medicamentos, ha ganado desde el siglo pasado, la hegemonía entre las alternativas del amplio mundo de la medicina.

Lo que nos da cierto cosquilleo mental y no deja de invadir nuestros pensamientos, es el hecho de que estos anuncios estén dirigidos a la generalidad del público, ¿que acaso dentro de la medicina, no existe una figura dotada del practico saber que esta disciplina estudia? ¿No es el médico el único capacitado para medicar fármacos a los individuos que padecen alguna enfermedad o malestar? Pues bien, pareciese que los grandes laboratorios quisieran ignorar esto, promoviendo con sus bombardeos publicitarios la automedicación, práctica tan repudiada entre nuestros amigos galenos (si lo duda, vaya con uno y dígale que usted mismo se ha recetado algo). Y es que cada vez es mayor la tendencia en nuestras sociedades al uso obsesivo de los fármacos, todo malestar se resuelve con alguna tableta mágica, los medicamentos, cada vez mas comerciales, están al alcance de todos, y estos en su mayoría se adquieren sin prescripción médica.

Cabe señalar que la diferencia entre un fármaco y una droga es muy sutil, la farmacología define el término “droga” como toda sustancia ajena al cuerpo, que se introduce a éste, modificando algún proceso fisiológico natural. Definición que engloba a los fármacos dentro del género de las drogas.

El abuso en la promoción de los medicamentos, aunque estos sean legales, promueve una sociedad adicta y dependiente, poniendo al individuo en un patrón de vicio no muy distinto a los patrones de adicción de cualquier otra droga. Cuando tenga algún ligero malestar, no olvide que también el ejercicio y el amor, son alternativas preventivas para su bienestar físico y mental.

El pobre espectaculo

A propósito de la “gran” final del fútbol mexicano nos ha surgido una pequeña y superflua reflexión (aunque no sepamos que reflexiones no lo son), dirigida al gremio futbolero, y es que el vacío emocional que últimamente el fútbol nacional se ha encargado de sembrar en nuestros fanáticos y apasionados corazones, podría ya compararse al vacío que ha dejado el pensamiento en el mundo de occidente.

La selección nacional, culmen de nuestra crisis futbolística, últimamente se ha encargado a la perfección de acrecentar este oscuro vació que se ha apoderado de nosotros - pues mientras los equipos nacionales centroamericanos y del caribe se han dedicado a trabajar y crecer en lo deportivo -, los jugadores “estrellas” del “gigante de CONCACAF” con sus polifacéticas cualidades se han ocupado al parecer de todo menos del fútbol. En el contexto actual del soccer nacional pareciese que la máxima virtud del futbolista ya no es la de cultivar las cualidades técnicas y mentales que un deportista debe desempeñar, esto ha pasado a segundo plano, pues en realidad pareciese que la virtud a la que el futbolista actual aspira se encuentra fuera de las canchas, esta la encontrará saliendo en el mayor numero posible de comerciales y anuncios de revistas o espectaculares, ya sea de tortillas desabridas o tenis coloridos de mal gusto, eso es lo de menos.

Una nueva modalidad para alcanzar tan codiciado status, seguramente de mucho éxito comercial, es la “adivinación”, pues se pronostica con toda seguridad el futuro de un jugador joven, augurándole una trayectoria gloriosa: “éste es nuestro próximo ronaldinho”, y como bien se predijo, una indiscutible carrera llena de éxitos y triunfos, aunque sea en los anuncios comerciales, porque de fútbol no hemos visto mucho. Cosa no de preocupar, habiendo tanto trabajo en las telenovelas.

Lo cierto es que nos importa poco lo que cada quien haga con su vida, ya sea profesional o privada, y aunque sigamos viendo a nuestros jugadores nacionales, confundirse al llegar a la línea de meta, (pues no saben si es mas importante meter un centro preciso o posar con precisión hacia la cámara) y nos sigamos desencantando cada vez más de nuestro fútbol, señores: en las canchas nos gustaría ver un mejor espectáculo. Mejor circo al pueblo.

lunes, 1 de junio de 2009

La guerra del terror

«Al comenzar la guerra, la primera víctima es la verdad», dijo el senador americano Hiram Johnson hace casi un siglo, refiriéndose a la entrada de los Estados Unidos en la guerra europea en 1917. Hoy, esta sabia expresión también debería coronar lo ocurrido a los pueblos de Afganistán y de Irak. En los medios, la causa de la guerra "contra el terror” que ha devastado a esos dos países resulta confusa y las opiniones al respecto se contradicen, obstaculizando una condena abierta y decidida contra este crimen internacional. Como todos sabemos, en 2001 ocurrió un atentado terrorista de gran magnitud en Nueva York, en torno al cual se ha desatado polémica sin precedentes. Las torres del World Trade Center fueron destruidas por dos aviones secuestrados por diecinueve musulmanes. Este evento permitió que los crueles ataques americanos contra Afganistán y contra Irak aparecieran como una gesta sublime por la justicia y por la democracia, en contra del oscuro terror islámico. Veamos, pues, de qué manera tan burda ha sido justificada la “cruzada por la democracia” en Medio Oriente.

Después del atentado del World Trade Center, todos los medios pusieron su mirada en la célula terrorista La Base, en árabe Al Qaeda –amiga de los americanos en otros tiempos-. Pronto comenzaron los vínculos entre Al Qaeda y Afganistán: Usāma Bin Laden, fundador de Al Qaeda, se encontraba en Afganistán, bajo el amparo del régimen islámico conocido como el Talibán. Sin ninguna demora, menos de un mes después, comenzó la ofensiva americana contra Afganistán, disfrazada bajo el nombre de “Operación Libertad Duradera”, cuyos resultados fueron la derrota para el Talibán y la ocupación de ese país. Es de notar que Bin Laden nunca fue capturado.

Poco tiempo después se presentó un nuevo responsable de los ataques terroristas de Nueva York. Esta vez se trataba del régimen de Saddam Hussein. Irak fue incluido en el “Eje del Mal”, creación imaginaria de los americanos David Frum y John Bolton, presuntamente compuesto por países cuyo único objetivo es poner bajo amenaza a la democracia y a la libertad mundial. Se preguntarán ¿cómo fue que Irak terminó enredado en la trama del terrorismo internacional? No hubo una conexión, respaldada por pruebas sólidas, entre el régimen de Hussein y Al Qaeda. Mucho menos, una relación real entre Irak y el atentado del 11 de septiembre –no había iraquíes entre los secuestradores de los aviones, sino saudíes, un libanés, un emiratense y el egipcio Mohammed Atta-. Todo lo que la inteligencia americana tenía era una serie de informes vagos, sin confirmar, sobre una supuesta reunión de un personaje, cuya identidad no está bien clara, con el funcionario iraquí Ahmad Al- Ani en Praga, República Checa en abril de 2001. Aún así, sin tener la certeza que caracteriza a cualquier investigación seria, se hizo oficial que tal personaje era Mohammed Atta, el ejecutor del atentado de Nueva York.

Pero la campaña de difamación iniciada contra Irak todavía no estaba completa. Los Estados Unidos y Gran Bretaña desplegaron cuidadosamente una serie de acusaciones sobre armas nucleares, armas biológicas, armas químicas y misiles que podían alcanzar a Israel, Chipre y cualquier punto del Medio Oriente. De repente, ese arsenal estaba al alcance del empobrecido Irak. Después, un nebuloso informe de la inteligencia italiana sobre compras iraquíes de óxido de uranio -material nuclear que no sirve para fabricar bombas nucleares por sí mismo- a Níger dio el toque de realidad que necesitaba todo el melodrama internacional, aún cuando el informe nunca fue corroborado debidamente.

Sin más, la tarea de encontrar las ilusorias armas de destrucción masiva fue arrebatada de las manos de la Comisión de Monitoreo, Verificación e Inspección de las Naciones Unidas (UNMOVIC, en inglés) y de su director, el sueco Hans Blix, para pasar a ser responsabilidad de los ejércitos de los Estados Unidos, de Gran Bretaña, de Australia, de Italia y de otros países en la “Operación Libertad Iraquí”, segunda gran fase de la cruzada contra el terrorismo. Incluso, la tarea de las tropas de la Coalición fue más allá. Ahora se trataba de liberar a Irak de Hussein y de los socialistas del partido Baaz.

Al término de la misión -no del conflicto, cuyo desenlace aún parece lejano- Hussein fue ejecutado y, naturalmente, las ilusorias armas nunca fueron encontradas por ningún soldado americano, británico, australiano, polaco, rumano o ucraniano. Así, el casus belli de Irak se esfumaba, para “sorpresa” de los comandantes Franks, Petraeus y del mismo George Walker Bush.

El daño a los pueblos de Afganistán y de Irak ya está hecho y es irreparable. Lo único que podemos rescatar de esta desgracia es la certeza de que el sentido común no se ha perdido por completo: el lugar estratégico de Afganistán con respecto a las grandes tuberías de petróleo y gas en Asia Central, las reservas petroleras de Irak y la venta del petróleo iraquí en euros –y no en dólares- aún aparecen como las causas del infortunio de esos dos países.